mi princesa


Para romper con mi dinámica de tragedia insomne, quiero hacer un derroche de ñoñería homenajeando a mi princesa. Aun a riesgo de parecer petulante y mema al mismo tiempo, voy a decirlo: mi nena es la más guapa de todas las nenas guapas recién nacidas de Madrid.

Tengo sendas y protuberantes ubres colgantes, tremendo flotador de piel gelatinosa que tiembla a cada uno de mis pasos, una camada de hemorroides gigantes acechándome siempre que abro la tapa del inodoro, ojeras negras cual clon de oso panda, sobredosis dopante de alguna hormona determinada que hace de mi un ser bipolar insoportable y un apartamento blanco nuclear salpicado de caos y goterones negros de leche seca pisada porque hace exactamente tres semanas que no limpio. Añadiré a esta enumeración realista de bondades físicas y emocionales, que mi humor dejó de ser negro hace días porque se hizo el harakiri y desapareció con mi dignidad: las pelusas han vuelto a campar a sus anchas reproduciénse por mi apartamento y yo no me maquillo ni me depilo las cejas desde que nació Malena, la princesa más rebonita de la capital de España.

Juro que todo lo anterior es cierto aunque soy plenamente consciente de que balbuceo incoherencias a causa del sueño pero, en medio de esta pesadilla de noches en vela y compresas extraplanas con alas, mi cuarentena estará siempre marcada por la sonrisa de mi niña a la hora del baño. Cuando Malena entra en contacto con el agua, encoge y estira las patitas en una especie de danza frenética impulsándose en las paredes de la bañera, como aquel día que la vi bailando en el monitor durante mi primera ecografía. Abre la boca, me mira divertida y cierra de golpe sus ojitos pizpiretos cuando, involuntariamente, chapotea como una bruta con las manos descontroladas salpicando a diestro y siniestro. Y desde hace tres días, cada noche, sonríe al ver su patito rojo de goma.

Cuando Malena nació, no podía dejar de mirarla: estaba segura de que nunca en mi vida había tenido frente a mi a nada más bonito. En esos momentos pensé que se trataba de un subidón de oxitocina provocado por el parto. Ahora sé que no es la oxitocina, ni el instinto, ni el jodido vínculo (¿inexistente?) haciendo intermitencias. Soy yo, edulcorada, enchonecida, cargante, inmersa en una borrachera de orgullo maternal, almibarado y meloso como un osito de gominola recubierto de azúcar.


17 respuestas a “mi princesa”

  1. Hola Carmen, hace sólo unos días que he conocido tu blog y me tiene enganchada!! Hasta ahora he leído hasta el mes de febrero con tus 24 semanas de embarazo, así que aún me queda un poco para ponerme al día. . aunque no me he resistido y he leído alguna entrada reciente para ver que tu chiquitina y tú estáis bien. Enhorabuena!!!!!!!! Me he emocionado leyendo este post, me parece precioso.

    Yo hoy cumplo 13 semanas de embarazo, tengo 36 años como tú y en mi caso llevamos ya 6 años intentandolo porque yo tengo problemas de ovulación, así que lo mío ha sido a base de bastantes tratamientos in vitro etc. . Como te imaginarás estamos muy felices, aunque no logró disfrutar del todo mi embarazo porque no se me va del todo el miedo a que algo ocurra (anteriormente tuve dos abortos en la 7 semanas de embarazo más o menos los dos). Pero bueno, intento ser positiva y ya me lo estoy empezando a creer por fin que sí, que estoy embarazada!

    Bueno, sólo quería que supieras que me gusta mucho tu blog, que te deseo lo mejor y que aunque nuestra historia es muy distinta me identifico mucho con muchas de las cosas que cuentas, sobre todo tus miedos a la hora de entrar a la consulta de ecografías etc. .

    Un beso muuuy fuerte,
    Carmen

    • gracias tocaya. Me encanta que estés enganchada! Se positiva y verás cmo todo va bien ¡Ya te toca ser mamá!

      Un beso my gordo. Ven de vez en cuando!

  2. efectivamente, tu nena es la mas guapa de madrid, y mi piticli el mas lindo del mundo mundial, jejeje, le doy unos besos en sus mofletes que me lo como a diario. ains, y eso que yo tenía el instinto maternal en el culo.

    besos

    • Hola Cucú!

      Cuánto tiempo sin saber de ti!!! Qué alegría!!

      Tú tenías el instinto maternal en el culo. El mío directamente era inexistente. Imagínate qué metamorfosis!!!!

      Un beso grandísimo

      • Otro para tí y la peque. No doy señales de vida porque no puedo con la ídem. Estoy a valerianas, porque se me pone histérico, hasta quedarse afónico, y yo me pongo de los nervios, en fin… angelicos…

  3. Hola Carmen:

    Yo sé que todas las madres afirman que su bebé es el más bonito, pero se equivocan; ¡Mi bebé es el más bonito!

  4. Ayyyyyysssssss Carmeeeeeen, quê bonitoooo…
    Ahora mismo acabo de meter en la cuna a mi gorda rechoncha, la miraba y pensaba si el resto del mundo la verá tan linda como la veo yo. La verdad es que me da igual, jajajaja! Para mi es la más preciosa del mundo mundial. Pero ahora tengo una gran duda: cuando nazca su hermana, a quien verè mas guapa de las dos???
    (Odioooooo escribir desde el movil, perdona la falta de acentos!)

    • Cierto, qué duda! ¿Cuando tienes dos hijos ¿cuál de los dos es el más guapo del mundo?

      Un beso. Escribeeee! Aunque sea desde el móvil!

  5. Pues que lindo leerte asi tan positiva y enamorada de tu princesa… es imposible no ver a nuestros respectivos bebes como el mas bello del mundo…. jajajajaja…. y por las pelusas ni te preocupes!!! estoy segura que todas vamso por le mismo camino……

    • Gracias por solidarizarte. Me gusta pensar que el mundo está repleto de madres pirmerizas tan cochinas como yo!!!

      Jjajaja!

  6. Me alegra ver que «por fin» tienes sentimientos propios de una recién parida jajajajaja bienvenida al club guapa!

  7. Ouu! Cuánto LOVE en el post de hoy, me encanta! Me has contagiado de vena maternal, puedo leer tus ojos brillando de emoción aunque tengas ojeras y la casa hecha un asco y todo lo que tu quieras, ahí está Male para quitarle importancia a todas esas cosillas y recordarnos a todos qué es lo que realmente merece la pena.

    Pero tía te has pasado un poco con lo de enchonecida, no te pega nada de nada 😉

    Hoy me has dado envidieta. De la mala, que, para qué nos vamos a engañar, es la que mola.

    Besis para las dos <3