Ayer fue un día raro, de los que pasan sin dejar rastro porque tus recuerdos lo vetan etiquetándolo de anodino y petardo. No tenía nada que decir. Noche en blanco + día en blanco = página en blanco.
Y hablando de cosas blancas, hoy he leído info de la leche (blanca) que nunca me había planteado.
A través de la lactancia, los bebés, convertidos en pequeños gourmets, empiezan a degustar sabores diferentes que pasan a través de la leche. Con este primer contacto comienza el training a lo que será la siguiente fase en la alimentación: las papillas. Los diferentes matices de sabores y aromas que transmitimos con la leche materna, esto permite que el niño cada vez se acostumbre más a los distintos sabores que existen y permitirá en un futuro que pueda reconocerlos en las siguientes etapas de la alimentación
Ahora me surge una pregunta: según todo lo anterior, los cambios de sabor de la leche son buenos, acostumbran a los niños a más sabores y facilitan que luego prueben la alimentación complementaria con ganas entonces ¿tenemos que restringir nuestra alimentación y vetar los alimentos que modifican el sabor de la leche materna o por el contrario es positivo tomarlos ya que acostumbramos al bebé a probar nuevos sabores?
Los alimentos que pueden cambiar el sabor de la leche materna y hasta ahora se desaconsejaban a las madres que daban el pecho porque dicen que transforman el sabor de una forma desagradable para el bebe, son
alimentos que en su composición contienen sustancias volátiles como:
– ajo
– Cebolla
– apio
– brócoli
– col
– espárragos
– alcachofas.
– uvas
– fresas
Creo que paso de todo. Pienso seguir comiendo ajo y cebolla, fresas y espárragos. En principio quiero creer que puedo ingerir de todo, que no existen alimentos «prohibidos» ni «malos» para el bebé, o que «estropeen» la leche, quitándole cualidades, lo único que ocurre es que determinados productos hacen que varíe el sabor originario de la leche…
La educación alimentaria empieza desde el nacimiento, por eso la lactancia materna es fundamental y gracias a ella nuestros pequeños gordos aceptarán en el futuro la introducción de nuevos alimentos.
4 respuestas a “es la leche”
Yo tampoco creo que haya que restringir nada! un bebé con la lactancia bien establecida no creo que llegue a rechazar el pecho si tiene hambre porque varíe ligeramente el sabor con la alimentación de la madre.
Te echamos de menos ayer en tu día en blanco…
besos guapa
Yo también os eché de menos pero no estaba demasiado comunicativa.
Buen finde! Hasta mañana!
Carmen, no es que puedas comer de todo, es que debes comer de todo!!! Así acercarás a Malena a sabores diferentes, aunque sea mínimamente. La leche materna asbe como agua con azúcar (no me digas que a estas alturas aún no la has probado?), y esos alimentos pueden modificar LEVEMENTE su sabor. Es bueno para Malena. Y es bueno que tú lo sepas por si algún día notas que te rechaza el pecho, igual es que has comido algo qu eno le gusta!
Es muy curioso pero maravilloso a la vez!
Un beso!
Me parece alucinante. Nunca me había detenido a pensr en esto… ¡soy primeriza de nivel 1!